El fiscal general de la República, Raúl Melara, se comprometió el miércoles a no procesar a nadie si no existe para ello los elementos (pruebas) suficientes. Esto es, actuar respetando el Estado constitucional de derecho, el debido proceso y sobre todo el principio de inocencia, consagrados en la Constitución de la República.
“Yo no voy a procesar a nadie porque quieran que se procese, voy a procesar cuando tenga los elementos suficientes para llevar a cabo proceso”, dijo a Moisés Urbina durante la entrevista Frete a Frente del miércoles.
Melara reiteró que durante la administración anterior, bajo la tutela de Douglas Meléndez, se hizo un abuso de casos mediáticos los cuales cuando llegaban a los tribunal no eran bien sustentados y terminaron cayéndose.
El fiscal Melara aseguró que, a diferencia de su antecesor en la Fiscalía General de la República, Douglas Meléndez, él no permitirá caer en el error de usar pruebas de manera ilegal como ocurrió en el caso del ex ministro de Obras Publicas, Jorge Isidoro Nieto, tal como lo expuso la Sala de lo Constitucional en la sentencia de Habeas Corpus mediante la cual ordenó la libertad del ex funcionario. “yo eso no lo puedo permitir”, dijo el fiscal Melara.
La administración del ex fiscal Douglas Meléndez se caracterizo por el abuso en el uso las intervenciones telefónicas ilegales y de los testigos criteriados para “armar casos” contra los opositores del régimen incluyendo a periodistas que lo criticaban por su mal proceder.
Los casos donde con más frecuencia se vieron estas arbitrariedades, son los conocidos como Rais-Martínez y Corruptela. En dichos casos existe evidencia comprobada judicialmente, con nombres y apellidos, de fiscales corruptos al servicio de Meléndez y de grupos extranjeros vinculados con la mafia, que “inventaron” pruebas para afectar a los imputados.
Las arbitrariedades del ex fiscal Meléndez y su grupo, llegaron al extremo de amenazar, torturar y atentar contra cuatro fiscales que denunciaron ante la Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos cómo fueron obligados a servir de testigos criteriados en el caso mediático llamado Corruptela. También se acusó a Meléndez de realizar intervenciones telefónicas sin autorización judicial.
El fiscal Melara intentó procesar a su predecesor Meléndez y a los fiscales denunciados por sus mismos compañeros, pero inexplicablemente, después de haber realizado las investigaciones internas que ordenan los procedimientos de la fiscalía, en el mismo requerimiento donde los ponían a la orden jurisdiccional, también pidieron que fueran exonerados de cualquier cargo.
En esa circunstancia posiblemente participaron sin la venia del fiscal general, funcionarios que fueron calificados por el propio Melara como “manzanas podridas” al interior de la institución y de los cuales no sabemos si aún laboran en el ministerio público. Eso aún no ha sido explicado por el fiscal de la república.
Las declaraciones del Fiscal General Raúl Melara, son de vital importancia para el país porque evidencian la voluntad del funcionario de corregir los vicios que persisten en casos que pronto serán llevado a la audiencia preliminar.
Realmente, las declaraciones del fiscal son valientes y esperanzadoras. Valientes porque nadie ignora que hay agentes auxiliares que están enquistados en la Fiscalía desde antes que se graduaran de abogados y en ciertos momentos tienen todo el poder necesario para controlar la institución, de presionar ante jueces sin carácter y empleados dóciles que se prestan a cualquier ilegalidad; que son más leales a sus jefes inmediatos que al mismo Fiscal General.
Esperanzadoras porque son una puerta que conduce al imperio de la justicia. Si el fiscal no nos está engañando y repara las “carcavas” que las manzanas podridas han abierto en la Fiscalía General de la República, estará prestando el mejor de sus servicios a la nación y ella le estará agradecida. Si no…..
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Con información de DiarioLatino.net
