México detuvo arbitrariamente a salvadoreño y debe pagarle una indemnización: ONU

by Redacción

José de la Paz Ferman Cruz, de 58 años, huyó de Anamorós, departamento de La Unión, en El Salvador en 2015. “Me perseguían para matarme. Mataron a mi madre y violaron a mi hija de doce años”, dice. Apenas había puesto un pie en México cuando fue arrestado por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) que lo encerraron en la estación migratoria Siglo XXI. Pidió protección a la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) y permaneció en cautividad durante casi un año. Ahora el grupo de trabajo de la ONU sobre detención arbitraria considera que el salvadoreño fue víctima de una detención inmotivada y pide a México una reparación del daño, así como una indemnización.

El grupo de trabajo sobre detención arbitraria, adscrito al Consejo de Derechos Humanos, emitió el 18 de febrero la opinión A/HRC/WGAD/2019/54 en relación a las quejas de dos extranjeros detenidos en México. Se trata del salvadoreño Ferman Cruz y de un ciudadano ruso, Aren Boyazhyan, detenido en Tijuana en 2013.

En ambos casos los expertos de la ONU consideran que se produjo una detención arbitraria, por lo que instan a México a conceder “el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación, de conformidad con el derecho internacional”.

“El Grupo de Trabajo insta al Gobierno a que lleve a cabo una investigación exhaustiva e independiente de las circunstancias en torno a la privación arbitraria de libertad de los Sres. Ferman Cruz y Boyazhyan y adopte las medidas pertinentes contra los responsables de la violación de sus derechos”, dice el documento.

“Tendría que ser un mensaje para reevaluar la política migratoria”, dijo Simón Hernández, académico de la Ibero en Puebla y el abogado que ha defendido el caso. Se trata de la primera vez que la ONU califica como “detención arbitraria” un arresto administrativo contra un migrante.

La opinión del grupo de trabajo no es vinculante jurídicamente, explica Hernández. Sin embargo, destaca que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al contrario que sus antecesores, ha cumplido con las recomendaciones llegadas desde instituciones internacionales.

Animal Político consultó con el INM y la secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) pero al cierre de la nota no había recibido respuesta.

Esta recomendación viene en un momento de tensión en las estaciones migratorias. La pandemia por COVID-19 ha provocado el cierre de fronteras en Centroamérica, lo que impide que México pueda deportar a quien se encuentra en situación irregular. Al mismo tiempo, se han registrado motines en centros de detención de Sonora y Tabasco.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha emitido diversas recomendaciones para poner fin al hacinamiento y ha denunciado que instalaciones como la de Tenosique, Tabasco, no cumplían con los derechos humanos. Además, instituciones como Acnur, Médicos Sin Fronteras o Amnistía Internacional han solicitado la libertad de los migrantes que se encuentran en detención administrativa, especialmente en un contexto de pandemia en el que el hacinamiento incrementa el riesgo de contagio.

Denuncias de malos tratos en el centro de detención

Relata Ferman Cruz es un agricultor salvadoreño que no fue a la escuela, que nunca aprendió a leer y que ahora está convertido en pastor. Explica en entrevista telefónica que sus problemas comenzaron por una propiedad que le vendió su madre. “Me hice enemigos”, dice.

Entre 1980 y 2000, el hombre había vivido en Los Ángeles y Miami, en Estados Unidos. Es decir, que estuvo fuera durante todo el periodo de la guerra civil, de su país que se extendió entre 1980 y 1992. Con el inicio del siglo, dice que recibió “la llamada de Dios al ministerio” y regresó a su país para levantar la Iglesia Restauración Genice. Allí se hubiese quedado de no ser porque su vida corría peligro.

El 10 de octubre de 2015, Ferman Cruz entró en México. Un día después fue arrestado por el INM en Tapachula. Denuncia las condiciones en las que estaban encerrados los migrantes, en pleno operativo Plan Frontera Sur, aquella iniciativa con la que el gobierno de Enrique Peña Nieto quiso contentar al gobierno de Barack Obama y frenar el flujo migratorio hacia el norte. Algo similar a las políticas implementadas actualmente por López Obrador tras su acuerdo con su homólogo estadounidense, Donald Trump.

Con información de Animal Político

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